La revolución rusa de 1917 tuvo un preámbulo en 1905; la guerra ruso-japonesa y el domingo sangriento fueron dos episodios claves para entender la concesión del autócrata Nicolás II de una Duma. Pero sería la rebelión del ejército lo que acabaría decidiendo al zar. Este descontento del ejército está pefectamente representado en el film de Serguéi Eisenstein
Aquí podemos ver una de sus escenas más conocidas...
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