lunes, 11 de enero de 2010

2010

Comienza una nueva década; la segunda del tercer milenio d.C. y aunque la división del tiempo en fases y etapas no supone que se produzcan cambios unidos a dichos cortes artificiales, hay que admitir que son muchos los que valoran sobremanera la importancia de los números.

Ahora está de moda el año 2012 por culpa de las anotaciones de los mayas acerca del fin de ciclo que se alcanzaba al llegar a la fatídica fecha. Por eso, no está de más saber que todos los cálculos que hacemos están condicionados por un dato; el siguiente:

 en el año 525, el Papa San Juan I encargó a Dionisio el Exiguo, monje erudito y computista , abad escita de un monasterio romano, establecer como año primero de la era cristiana el de la encarnación de Jesús. El problema es que se equivocó en cuatro años, al olvidarse contar cuatro años de mandato de Augusto en el listado de emperadores romanos (Jesucristo nació el año de la muerte de Herodes I el Grande), por lo que dedujo que Jesús nació el año 753 de la fundación de Roma, cuando debió de suceder hacia el 749 (wikipedia).

Es decir, vivimos en el año 2014 de la era cristiana; por lo que parece ser que el mundo no se acaba en el 2012.
 Pues a seguir entonces con ilusión a ver que nos depara el futuro ...

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